09 mayo, 2013

ACTUALIDAD DE ORTEGA Y GASSET. TRG




-Hoy día el aprendizaje está en función de la vida, aprendemos para la vida; pero también es
cierto que la vida humana, que no es una simple vida orgánica, está “determinada” por el
aprendizaje. Necesitamos aprender continuamente, porque la vida nos plantea nuevos
problemas a los que tenemos que dar respuesta. De hecho, gran parte de los avances científicos
o tecnológicos se producen al intentar resolver problemas concretos, dificultades técnicas o
alguna necesidad social o psicológica, a las que hay que dar respuesta.
-Recientemente ha surgido un conjunto de prácticas filosóficas, que tratan de usar la razón en el
sentido orteguiano de orientación a la vida, de respuesta a los problemas que plantea la vida. Se
las designa con el nombre de “filosofía práctica” o “asesoramiento filosófico”. No se trata de una
filosofía académica sino mundana, o mejor dicho, saca la filosofía académica del reducido
ámbito gremial y lo abre al resto de las personas, ante las que se presenta como una ayuda
racional, a “su” razón. En esta línea están los llamados “consultorios filosóficos” o libros de
autoayuda como Más Platón y menos Prozac de Lou Marinoff. 8
-Respecto a la doctrina del punto de vista, es importante señalar una importante consecuencia
de orden práctico, la tolerancia tanto individual como social. Muestra su fecundidad cuando la
aplicamos a las sociedades actuales multiculturales. Tanto la población indígena como la
inmigrante tienen que ser fieles a su circunstancia histórica, lo que implica que la primera adapte
sus costumbres con el fin de favorecer la convivencia con esa nueva población y que la segunda
abandone sus pretensiones de aplicar en el nuevo país que le recibe las mismas pautas
culturales que en su país de origen.
-En el siglo XX, ya desde sus inicios, se han producido una serie de cambios de todo tipo y de
forma acelerada (sociales, urbanísticos, trabajo, familia, etc. Todos estos cambios influyen no
solo en nuestro mundo, sino también en nuestro horizonte. Si el horizonte cambia, cambia el
sentido que las cosas tienen en el mundo.
Un fenómeno donde se ve con claridad la importancia del horizonte es el cambio generacional.
Aquí Ortega fue pionero por la importancia que le concedió al concepto de generación. En la
actualidad las diferencias generacionales están a la vista y son con frecuencia fuente de
conflicto. Una generación no entiende a la otra porque sus expectativas, su horizonte, son
distintos; y como consecuencia, el valor que da a las cosas, su mundo, también es distinto.
El horizonte interviene en el proyecto de vida. Si queremos dominar la situación en vez de ser
dominados por ella e ir a remolque, necesitamos fabricarnos un proyecto de vida, plantearnos
qué queremos hacer y qué queremos ser, y que nuestras decisiones se orienten por ese
proyecto. Para establecerlo necesito establecer un horizonte, determinar mis expectativas
vitales, que son las que van a dar sentido a mi mundo, a las cosas que hago y a las personas
con las que me relaciono